La resolución 4K, que es cuatro veces la resolución Full HD, logra aumentar aún más el nivel de detalle que se muestra en la pantalla. Permite a los médicos ver más detalles anatómicos e información más relevante desde el punto de vista clínico. La resolución 4K no solo aporta una mayor resolución a la pantalla, sino también una gama de colores más amplia en la que el negro es negro: de este modo se generan imágenes más ricas en detalles y con colores correctos para una mejor observación de los tipos de tejidos finos y estructuras, como los vasos sanguíneos, los nervios, etc.
La percepción de la profundidad también es crucial. Con la resolución 4K, los cirujanos apreciarán un espectro más amplio de color, con más contraste y un mayor nivel de detalle, lo que genera una mayor percepción de profundidad. La percepción de profundidad crea un ambiente más envolvente, lo que permite a los cirujanos centrarse por completo en la intervención quirúrgica y operar con mayor precisión.